Un año sin Michael, un año de una leyenda.


Desde su nacimiento, su destino estaba marcado para ser una leyenda. Michael Joseph Jackson fue el séptimo hijo de la familia conformada por Katherine y Joseph Jackson. Su vida -y muerte- fue digna de una leyenda: nunca conoció la infancia, puesto que desde chico trabajó en el mundo del entretenimiento con sus hermanos, los Jackson 5. Tuvo una terrible niñez, no solo porque nunca tuvo la oportunidad de divertirse como los demás niños. Sufría abusos y maltrato por parte de su padre, quien no perdonaba el más mínimo de los errores de sus hijos al momento de subir a los escenarios.

Su trayectoria artística, una de las más impresionantes de la historia de la música. "Thriller" marcó pauta no solo musical, sino visualmente, cautivando a millones de personas en todo el mundo con los videos de clásicos de la posteridad como "Thriller" "Beat It" o "Billie Jean". Una carrera solista con millones de discos vendidos, conciertos multitudinarios. Todo lo que un artista o un ser humano hubiera soñado. Pero en el fondo, Michael nunca disfrutó de sus logros. Lo único que quería era ser feliz.

Se encerraba en su mundo, se comportaba como un niño en un cuerpo de adulto. Quizá fue por eso que su mejor compañía eran los niños que iban a visitarlo a su rancho, Neverland, donde Michael nunca quiso crecer. Fue incomprendido por muchos, casi al borde del crucifijo, cuando ocurrió el escándalo de abuso a menores. Nunca se supo si en verdad exitió, nunca se supo si los familiares querían aprovecharse de su fama y quitarle dinero. Como las leyendas, siempre lo rodeó el misterio.

Los escándalos fueron haciendo que la carrera y reputación de Michael cayera por los suelos, al igual que su fortuna. Quizá fue por eso que decidió "casarse" con la hija de otra leyenda musical: Elvis Presley. Una relación bizarra y arduamente criticada por todo el mundo, se desmoronó en menos de dos años. En una entrevista después de la trágica muerte de Michael, Lisa Marie Presley se culpó por no haber ayudado a Michael en sus momentos más difíciles. Nadie, absolutamente nadie supo comprender a Michael.

Lo único que él deseaba, era que el mundo fuera un mejor lugar. Que todos conviviéramos en paz, respetando todo lo que nos rodea. Cuidando nuestro planeta Tierra. Amándonos unos a otros. A un año después de su trágico deceso, si Michael estuviera con nosotros, y viera lo que nos hemos hecho los unos a los otros y a nuestra casa, la Tierra, desafortunadamente Michael se hubiera muerto.

Su legado más importante no ha sido su música: sus hijos, su tesoro más preciado. Sus salidas con sus hijos cubriéndoles el rostro, y qué decir del "balconazo" con su hijo menor "Blanket", fueron delicia para los paparazzis y los críticos siniestros, quienes gozaron hundiendo más al más frágil de los Jackson. Nunca lo comprendimos. Y con una vida como la suya, sería imposible de hacerlo.

La despedida a Michael Jackson fue una de las más emotivas que hayamos visto. Y cómo olvidar la primera aparición al ojo del mundo de sus hijos, y el escuchar por vez primera a Paris, con una voz destrozada por la irremediable pérdida de un padre que siempre los tuvo como su mayor prioridad, su mayor tesoro, la infancia feliz que él mismo hubiera deseado tener. Y si no lloraron en el momento en el cual se despedía de su padre, simplemente no son humanos.

Su muerte, hace exactamente un año, se ha rodeado de misterio. A punto de comenzar su gira de despedida musical, "This Is It", Michael dejó este mundo, dejando de ser el Rey del Pop, para convertirse en una leyenda más de la música, y de la historia.

Y sí, desafortunadamente un día como hoy hace exactamente un año, también fallecía Farrah Fawcett.

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