> 2018 in Music: Best Albums_




     Y para cerrar con broche de oro este 2018 que concluye el día de hoy, he aquí mi elección de los diez mejores álbumes que denotaron la madurez lírica y musical, el ingenio en la composición, debuts con enormes expectativas, así como aquellos retornos musicales que dejaron una buena impresión.



#10 Nicki Minaj.  Queen.




     Cuatro años después de su último disco "The Pinkprint", parecería que Onika Tanya Maraj se habría ausentado del medio artístico, pero no fue así: entre una infinidad de colaboraciones para otros artistas e incluso varios sencillos sueltos que predecían como adelanto de su inminente próximo material discográfico, cosa que por infinidad de motivos no logró de concretarse -sobre todo por el fracaso de dichos cortes promocionales-, aunado al meteórico ascenso a la fama de su nueva rival, una tal Nicki Minaj Región 4  Cardi B que ha conseguido récords y primeros lugares en las listas de popularidad, cosa que Minaj aún no ha logrado alcanzar. Quizás por ello, más aparte por la tensión de continuar en la relevancia musical, Nicki finalmente ha lanzado su cuarto álbum de estudio, titulado modestamente "Queen", dejando muy en claro que ella no viene a jugar ni a que le muevan el ¿trono?


      "Queen" da inicio de manera estupenda con "Ganja Burns", un corte de sonidos tribales en donde Minaj se avienta un speech de throwing shade indirectamente a sus enemigas -Cardi B y Remy Ma incluídas-, con un par de líricas magistrales ("You can't war a Nicki wig and then be Nicki / That's like a fat nigga thinkin' he can be Biggie"). "Majesty" cuenta con la colaboración de Labrinth -quien se ha dado tiempo entre su proyecto alterno junto a Sia y Diplo-, pero el que se lleva de barrida a ambos es Eminem, cuya parte rapeada deja en shock a más de uno desde la primera escucha (rompe su récord de rapeo por segundo impuesto en su tema "Rap God"). Sin duda alguna el corte que está dando muchísimo de qué hablar es "Barbie Dreams", una verdadera cátedra rap de throwing shade en donde varios de sus colegas, amigos y alguno que otro supuesto romance quedan muy mal parados -aunque según ella dice que es en son de broma-, pero que se disfruta y saca más de una carcajada; además de sus ya conocidas colaboraciones con Lil Wayne ("Rich Sex") y su amiguísima Ariana Grande ("Bed"), The Weeknd también se hace presente, esto en "Thought I Knew You", en donde ambos se lamentan que su romance no haya funcionado. A pesar de que infinidad de cortes previos como "Regret In Your Tears", "No Frauds" o inclusive "Barbie Tingz", "Chun-Li" fue de los pocos cortes sobrevivientes que lograron quedarse en "Queen". El throwing shade predomina también en cortes como el mencionado "Chun-Li", y en ese "LLC" que se inspira en "Look What You Made Me Do" de Taylor Swift y con varias indirectas bien directas hacia Cardi y Remy. "Come See About Me" saca su lado más personal, confesándose que a pesar de la fama y el éxito, no ha logrado encontrar al amor de su vida; otro de los cortes destacados es "Coco Chanel", que, al igual que "Anna Wintour" de Azealia Banks, a pesar de que su nombre es de una leyenda de la moda, nada tiene que ver con ella, sino que es un corte de poderío que encabeza Minaj junto a Foxy Brown, una de sus máximas influencias.


     Sin duda "Queen" es uno de los discos más coherentes de Nicki Minaj (aunque al final haya tenido que recurrir al "Método Lady Gaga" para hacer trampa y tratar conseguir un número uno en Billboard, incluyendo de último momento su colaboración con 6ix9ine, "FEFE", pasando a amolar la coherencia), mostrándose mucho más confiada y segura de sí misma que nunca, sin dejar títere con cabeza y retando a sus predecesoras. Además, se merece puntos extras por ese tremendo portadón.


Escucha "Queen (Explicit Deluxe Version)" a través de Spotify:


                             





#09 Rita Ora.  Phoenix.






       La gran mayoría -si no es que todos- los artistas tienen el enorme reto del segundo álbum de estudio, más si, como en el caso de Rita Ora, conlleva años de espera y por diversos factores que en el mundo del pop es el fin de una carrera musical: si bien ya tenía casi listo su segundo álbum de estudio, co-escrito y producido por su ex pareja sentimental, el DJ y productor Calvin Harris, su rompimiento amoroso ocasionó que Harris se quedara con las maquetas musicales; por si fuera poco, terminó en un pleito legal con su ex disquera Roc Nation por diferencias irreconciliables y por irregularidades en su contrato. Todo ello condujo a que su disco no saliera a la luz, hasta que al fin de haberse librado de sus asuntos legales, Ora firmó contrato discográfico con Atlantic Records, y, literalmente resurgiendo como el Ave Fénix -de ahí el título del disco-, este ha sido al fin el año en el que ha visto a la luz su segundo álbum de estudio, "Phoenix".


        Y no hay una gran manera de aperturar este material que con "Anywhere", su mejor canción hasta la fecha, pegada con aquel "Run Away With Me" de Carly Rae Jepsen como dos de las mejores joyas que nos ha dejado la música pop para la posteridad: un llamamiento a ese ser amado para escapar lejos de la realidad, del bullicio y del caos para disfrutar una aventura lo más lejos posible, y que gracias a la producción de Alesso nos ha dejado un magistral beat drop en el post-coro. "Let You Love Me" que bien podría ser la continuación de "Anywhere" con un sentido mucho más nostálgico de no desapegarse de ese amor, y por supuesto no podía faltar "Lonely Together", su magistral colaboración musical con el tristemente desaparecido Avicii y en donde habla de una relación amorosa fallida y de la cual no puede desapegarse; "Your Song", oficialmente su single de regreso, co-escrita por Ed Sheeran quien le dio su toque de "Rey Midas" para cimentar el exitoso camino a Ora, mientras que en "Only Want You" Rita se desvive por un amor imposible. También hay cabida para el tema "For You", su aporte sonoro de la banda sonora de "Fifty Shades Freed" junto a Liam Payne y en donde la artista también brinda sus dotes artísticos como actriz en esa "gloriosa" saga cinematográfica... Además, también cuenta con una colaboración con Rudimental titulada "Summer Love" acerca de un amor de verano como su título lo indica, y si bien se podía haberse ahorrado la controversia alrededor de ese "Girls" que ni con la participación de Bebe Rexha, Charli XCX y Cardi B se salvó de ser quizás el único tropiezo en el regreso triunfal de Ora... "Keep Talking" es una colaboración musical con Julia Michaels y co-escrita junto a Justin Tranter y que más bien podría haber sido un descarte de Selena Gomez, mientras que "Hell Of A Life", el corte que cierra la edición estándar del disco, es un eufórico corte que reseña justamente todo lo que ha vivido Rita Ora, los altibajos de la vida y el mantener la frente en alto ante las adversidades, ya que siempre hay algo bueno al final del arco iris. Vale la pena hacer mención honorífica de los temas de la edición deluxe: "Velvet Rope" -que no confundir con el de Janet Jackson-, una balada a piano que pareciera ir con dedicatoria a Calvin Harris, y en donde el sarcasmo predomina bajo una lírica que refleja que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" básicamente, y un "Soul Survivor" que es un épico corte a piano con una pizca de throwing shade directamente dirigido a Roc Nation que es de lo más imperdible.


     Parece increíble pensar que tenían que pasar más de 6 años, un sonado y controvertido rompimiento sentimental, y una controversial batalla legal para que finalmente Rita Ora se encontrara a sí misma, dejando muy hasta atrás aquella sombra de "Rihanna wannabe" que cargaba en sus hombros por tanto tiempo, finalmente encontrando su sonido y brillando con luz propia, bajo un material que pareciera más bien un "greatest hits" en lugar de un álbum de estudio, cosa que no cualquiera logra conseguir con un atrasado lanzamiento musical. En efecto, cosas buenas llegan para aquellos que esperan.


Escucha "Phoenix (Deluxe Version)" a través de Spotify:


                             





#08 Jessie J.  R.O.S.E.






       Cuatro años después de su último disco "Sweet Talker", donde lo único que consiguió ser un éxito global fue esa colaboración musical con Ariana Grande y Nicki Minaj, Jessica Ellen Cornish se desapareció de las listas de popularidad y de los reflectores, a pesar de que es una de las mejores voces que esta década nos ha otorgado, y que sin embargo todavía continuaba el dilema de su dirección artística. Más inquietante fue su decisión de participar en un reality show chino como cualquier otro concursante egresado de "The X Factor" o "The Voice" (aunque según se dice que lo hizo para conquistar el mercado asiático, con eso de que 3/4 partes de los habitantes de la Tierra son ellos meramente), coronándose como la indiscutible ganadora -con ese rango vocal cómo no lo iba a hacer-. Fue por ello que la promoción de su cuarto álbum de estudio "R.O.S.E." quedó en stand-by hasta ahora, que al fin ha salido a la luz como un proyecto de 4 EPs derivados de dicho acrónimo: "Realisations", "Obsessions", "Sex" y "Empowerment", conformados por 4 tracks cada uno, siendo un total de 16 canciones co-escritas por la propia artista y producido por DJ Camper.

Realisations.

      "Oh Lord" sirve a manera de introducción y en donde Jessie le pide a su dios que le brinda fuerzas y le recuerde el don que se le ha dado que ha sido el de cantar; en "Think About That" lidia con las traiciones y los altibajos de la fama -su ex mánager no sale muy bien librado en este tema-, mientras que en "Dopamine" es una queja ante las mentiras y el encerrarnos en una burbuja de cristal con hashtags y el gossip world de las celebrities cuando existen problemas reales en el mundo como las guerras o las masacres en las escuelas. "Easy On Me", tema con el que cierra, muestra las presiones de ser artista al punto de querer dejar la música, además de ser un homenaje a su fallecido abuelo que falleció por problemas del corazón, algo hereditario en su familia paterna. Sin duda este primer EP es el que más sorprende por su enorme madurez y honestidad.

Obsessions.

       "Real Deal", el primer corte promocional que se dio a conocer en Agosto del año pasado, hubiera quedado muy, pero muy lejos de este disco, en parte porque continuaba lidiando con la crisis de identidad como artista de Jessie J, aunque marcó su retorno a la música tras un par de años ausente. En "Petty" Jessie saca su lado más shady hacia una amistad tóxica con otra mujer cuyo nombre decide no dar a conocer (ansiamos por saber quién esa mujer), mientras que en "Not My Ex" "le lee la cartilla" a un nuevo amorío para que no cometa los mismos errores que su anterior pareja sentimental, y en "Four Letter Word" expresa su deseo de ser madre y espera que, a pesar de sus problemas de salud, en un futuro pueda convertirse en una.


Sex.

     "Queen" es un himno a la autoestima femenina y a romper los estándares de belleza, mientras que en "One Night Lover" Jessie se encuentra en un dilema dentro de una relación tóxica y enfermiza, y que a pesar de que siempre termina siendo lastimada, no puede dejarlo. En "Dangerous" explora su lado más sexoso bajo ritmos R&B ochenteros dignos del desaparecido Prince, y en donde la cantante se desvive por su media naranja, mientras que el corte que cierra este EP, ese exquisito "Play", en el cual samplea el clásico "Got To Be Real" de Cheryl Lynn, Jessie quiere que haya una relación de "más que amigos", aunque la otra persona pareciera dejarla en la friendzone.

Empowerment.

      "Glory" es un corte funk en donde Jessie expresa su amor hacia su media naranja de la manera más eufórica posible, seguida de un interludio a piano que abre paso a "Someone's Lady", un baladón a piano en donde la artista ansía ser la mujer de alguien -anda ganosa, como quien dice-, y cierra con "I Believe In Love", otro corte donde no pierde la esperanza de encontrar el amor verdadero.


         Sin duda alguna "R.O.S.E." es finalmente el ábum más coherente y maduro de su carrera, encontrando a una Jessie J finalmente en el estilo en el que mejor se ha desenvuelto y ha encontrado la confianza en sí misma, abrigándose a sonidos retro R&B  que le asientan tan bien, y ha pesar de que no volverá a tener el impacto musical como en sus inicios, al menos la ubica en paz con ella misma, y disfrutando una total plenitud como artista y como mujer.


Escucha "R.O.S.E." a través de Spotify:


         





#07 Charlie Puth.  Voicenotes.






     Tras haber lanzado uno de los discos más criticados en la historia de Metacritic -"Nine Track Mind" y el debut de The Chainsmokers tienen ese "prestigioso" honor-, el cantante, compositor y además productor estadounidense Charlie Puth culpó a su compañía disquera de presentar un material que según él no lo identificaba por completo. Por ello es que decidió tomar por completo el proceso creativo, de composición y de producción de su continuación discográfica, que le ha tomado una infinidad de retrasos en su lanzamiento, y hasta de cambio de canciones, dando finalmente como resultado "Voicenotes", su segundo álbum de estudio.


     El álbum inicia con "The Way I Am", un corte en donde Puth se confiesa de que a pesar de la fama y la popularidad, todavía se muestra inseguro y a veces solamente quisiera pasar desapercibido; y, en efecto, si Puth hubiera lanzado una canción tan potente y pegadiza como "Attention" en su álbum debut lo hubiéramos tomado mucho más en serio: no fue gracias a esta canción, una de las mejores del año pasado, que finalmente pudimos comenzarlo a tomar muy en serio, encaminándose por un muy buen camino más R&B de la tirada del primer Justin Timberlake solista, bajo un corte en donde se siente tentado por una ex pareja sentimental que quiere jugar con sus sentimientos una vez más. El desamor y las infidelidades son las temáticas principales de este disco -para distanciarse por completo de la melcocha de su debut-, como lo demuestra en otros cortes como "LA Girls" donde a pesar de tener relaciones con otras chicas, aún se lamenta por un ex amor, mientras que en "How Long" se disculpa con su chica por una infidelidad suya; y por si no sorprendiera el cambio musical para bien, Charlie también es muy ingenioso para crear una continuidad entre cada track: "How Long" es continuación de la historia de "Attention", y cierra la "trilogía de infidelidad" con ese exquisito corte llamado "Done For Me", esa colaboración con Kehlani de tintes ochenteros y fuertes influencias a WHAM!, en donde ambos ponen punto final a su relación amorosa -al menos líricamente hablando-. Además de Kehlani, el álbum cuenta también con las colaboraciones de la talla de Boyz II Men -el baladón acapella "If You Leave Me Now"- con más influencias R&B noventeras a más no poder, y una leyenda como James Taylor en "Change", en donde ambos artistas piden la paz mundial al más puro estilo Miss Universo. "BOY" pareciera ir con dedicatoria a Meghan Trainor (se decía que ambos tenían un romance pero que al final la intérprete de "All About That Bass" lo mandó a la friendzone), mientras que "Slow It Down" muestra fuertes influencias al sonido de Hall & Oates -no en vano Daryl Hall y John Oates tienen crédito en esta canción por el sampleo a uno de sus clásicos-. "Somebody Told Me" muestra a Puth lidiando con las infidelidades de su novia bajo un ritmo ochentero digno de soundtrack de "Footlose" -si este disco hubiera salido en esa época hubiera sido un éxito total-, mientras que en "Empty Cups" se enrolla en un triángulo amoroso, y para cerrar con broche de oro, un baladón a piano titulado "Through It All" que mantiene alguna que otra esencia a ese debut -este es uno de los cortes que compuso cuando todavía promocionaba aquel disco-, pero que sin embargo cierra de magistral manera este material.


   En efecto, con "Voicenotes" Charlie Puth ha logrado "quitarse la espinita" de ese olvidable álbum debut, donde el cantante carecía de rumbo artístico y la mayoría de sus canciones sonaban demasiado monótonas y repetitivas. Demasiados retrasos en su lanzamiento valió la pena la espera, demostrando que a este joven de 26 años cumplidos realmente lo podemos tomar muy en serio.


Escucha "Voicenotes" a través de Spotify:


                           





#06 Troye Sivan.  Bloom.






     Tras el aclamo de la crítica y el buen recibimiento de su álbum debut "Blue Neighbourhood" (2015), el cantante, compositor y también actor australiano Troye Sivan finalmente ha dado a conocer su tan anticipado segundo álbum de estudio titulado "Bloom", entre una espera interminable con un par de atrasos en su lanzamiento; para este material, Sivan ha contado con la producción encabezada por Alex Hope y Ariel Rechtshaid, entre otros.


      El álbum arranca con "Seventeen", un corte tan confesional como el resto de sus canciones, inspirado en sus citas vía Grindr en donde mentía sobre su edad para poder "entrar al ligue" (como quien dice que le gustan mayores como a Becky G); "My My My!", el primer sencillo, es un exquisito corte synth-pop noventero con el poder del amor como motor principal, mientras que "The Good Side" es una preciosísima balada que va aumentando al grado de alcanzar un punto a medio despegar con ciertas reminiscencias a Daft Punk, y en donde líricamente se disculpa con una ex pareja sentimental, que a pesar de los motivos de su separación no le guarda rencor alguno. A pesar de que los sonidos de "Bloom", el corte que da nombre al disco, suena a mera fantasticidad synth-pop noventera, líricamente tiene un mensaje de doble sentido -perder la virginidad anal, que le llaman-, mientras que "Postcard" es una de las 2 únicas colaboraciones del álbum, e inspirada por una anécdota con su pareja actual, dando como resultado otro magistral baladón -este chico se ha desnudado en cuerpo y alma-, seguida de esa exquisitez llamada "Dance To This", su colaboración con Ariana Grande, que a pesar de que el título pareciera de un corte electro-pop, la verdad es una fuerte influencia a los baladones de los Pet Shop Boys noventeros que bien podría haber sonido en continua rotación en la extinta estación de radio de StereoRey (sorry Millennials, por si no entienden la referencia). "Plum" es un corte en donde Troye confiesa que no todo es miel sobre hojuelas en una relación amorosa que va en decaída, mientras que en "What A Heavenly Way To Die", cuyo título se inspira en un corte de The Smiths, se decanta por un nuevo amor que el destino le ha puesto en su camino -que el chico está completamente enamorado, vaya-. En esa fantasticidad pop llamada "Lucky Strike", Troye compara a su amado con una conocida marca de cigarros de tan adictivo que es su amor para él, y para cerrar con broche de oro, una balada synth-pop ochentera magistral como "Animal", que demuestra que Sivan está más enamorado que nunca.


       Al igual que en su antecesor, Troye Sivan deja en cuerpo y alma sus vivencias personales en un brillante material de principio a fin, que supera con creces la difícil prueba del segundo álbum de estudio. Quizá lo único que se le reprocha es la duración del disco -no menos de 40 minutos-, aunque es más preferible que un material lleno de canciones de relleno que no aportan absolutamente nada. Sin duda alguna el Twenty Gay-Teen está "floreciendo" en todo su esplendor.


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#05 Hayley Kiyoko.  Expectations.






        Hayley Kiyoko Alcroft (Abril 3, 1991; Los Ángeles, California, Estados Unidos), no es una del todo desconocida en el medio artístico: ha aparecido desde un reboot cinematográfico de "Scooby-Doo!" (2009), la adaptación fílmica de "Jem and the Holograms" (2015), y hasta en la última franquicia de C.S.I., la ahora extinta "C.S.I. Cyber", mientras que en la escena musical formó parte de una banda llamada The Stunners en 2007 hasta su subsecuente separación. No en vano, Kiyoko fue persuasiva y se lanzó en solitario con un par de EPs: "A Belle to Remember" (2013), "This Side of Paradise" (2015) y "Citrine" (2016), pero no fue un año antes que comenzó a ser viral el video de uno de sus temas, "Girls Like Girls", con el que comenzó a tener mayor notoriedad entre el público. Ahora, finalmente se ha dado luz verde a su primer álbum de estudio, titulado "Expectations", el cual ha contado con la producción ejecutiva de la propia Hayley, y con productores desde 4e hasta The Futuristics.

     "Expectations" inicia con una partitura que pone el ambiente para comenzar la travesía junto a la artista; "Feelings", uno de los primeros cortes promocionales, detalla la confidencia de Kiyoko con el paso de los años, entrando en la onda del filtreo con un crush imposible, mientras que "What I Need" es una colaboración con la sensación R&B llamada Kehlani y que muestra a Kiyoko lidiando con su chica que tiene miedo de mostrarse afectiva con ella en público -la temática principal del álbum es el amor lésbico-. "Mercy / Gatekeeper" se divide en dos partes, la primera siendo una sorpresa Disco, mientras que la segunda es un manifiesto de la artista a vivir sin arrepentimiento alguno, bajo un par de vocoders de auto-tune. La mayoría de las canciones que componen este material son vivencias de la cantante, quien habla sin tapujos y abiertamente de su sexualidad, desde el enamoramiento hasta los amores imposibles con una chica que anda con un chico a la vez -"Curious", "He'll Never Love You (HNLY)"-, hasta la obsesión de que la otra persona no pueda vivir sin ella -la inquietante "Wanna Be Missed"-. "Palm Dreams" narra su fantasticioso ascenso a la fama, y para cerrar el disco un "Let It Be" -que no confundir con aquel tema de los Beatles-, una melancólica canción acerca del término de una relación amorosa.

       
     Sin duda alguna "Expectations" cumple con las expectativas de una joven como Hayley Kiyoko, quien con apenas 26 años cumplidos ya se ha convertido en todo un estandarte de la juventud LGBTQ, en pare por la honestidad de sus letras y por expresarse sin atadura alguna, algo que los jóvenes gays tanto necesitan ante estos tiempos en los que tristemente la homofobia continúa tan presente como si fueran las épocas del oscurantismo.

P.D. Puntos extras por tremendo portadón.


Escucha "Expectations" a través de Spotify:


                                       





#04 Janelle Monáe.  Dirty Computer.






    Con todo lo que se ha estado viviendo en la era Trump, era de esperarse que diversos artistas alzaran su voz de manera directa o indirectamente en temáticas como el racismo y la violencia a las personas de color. Una de esas tantas voces ha sido Janelle Monáe, quien tras actuar en dos magistrales de 2016, "Hidden Figures" y "Moonlight", ha retomado su carrera musical y nos presenta, al más puro estilo "BEYONCÉ", su proyecto audiovisual / tercer álbum de estudio titulado "Dirty Computer", cuya primicia es que todos los seres humanos somos unos androides, unos robots, con nuestros cerebros descargando y subiendo información, siendo exentos a contraer virus positivos y negativos; así mismo, es un grito de una mujer que quiere vivir libre, y amar a quien le plazca sin prejuicios de los demás.

  
      El álbum inicia con el track que da nombre a este material, una introducción general al concepto de "androides humanos" y que cuenta con la colaboración de Brian Wilson. "Crazy, Classic, Life" es un testimonio de Monáe en donde lo único que pide es vivir en un mundo en donde no se juzgue a las personas por ser quienes son y por amar sin importar su sexualidad, mientras que "Take A Byte" es un juego de palabras que conjuga la historia de Eva mordiendo la manzana prohibida, con el "byte" de la era digital, bajo una exquisita melodía de influencias rock-pop ochenteras. Uno de los tantos momentos más sorprendentes de este disco lo encontramos en "Screwed", con la colaboración nada menos que de Zoë Kravitz -sí, la hija de Lenny Kravitz-, en donde a pesar de la pesadilla de la era Trump, lo negativo lo convierten en un exquisito sarcasmo y lo "jodido" lo interpolan con referencias sexuales, aunque al final de la canción, y al igual que en "I Got The Juice", Monáe no se deja nada guardado contra el actual presidente de Estados Unidos ("The devil met with Russia and they just made a deal"). Otra sorpresa es en el corte rapeado "Django Jane", en donde la artista expresa la declaración de los "monólogos de la vagina" a la par que expresa sus frustraciones ante el machismo y la opresidad hacia la mujer; y siguiendo con la oda al aparato reproductor femenino, llega ese himno a éste llamado "PYNK" con la colaboración de Grimes. Pero sin duda el legado de Prince se hace presente en ese glorioso "Make Me Feel" -ella fue una de las últimas musas del artista-, un corte con reminiscencias a aquel "Kiss" del desaparecido cantante, y en donde una vez más Janelle se muestra más optimista que nunca ante ese nuevo amor. Otra de las cartas fuertes de Monáe es el jugar con sus preferencias sexuales, como lo muestra en "I Like That", abriéndose en amar a alguien sin importar su sexo; por si fuera poco, cuenta con la colaboración de Stevie Wonder en un interludio llamado "Stevie's Dream", inspirado en las conversaciones entre ambos artistas, y para cerrar, un corte tan íntimo y personal como "So Afraid", en donde Monáe lidia con sus propios "virus" y defectos, y un "Americans" donde la lucha social se mantiene firme ante la América de la era Trump.


      Sin duda alguna "Dirty Computer" es uno de los proyectos más sólidos y personales en la carrera de Janelle Monáe, quien con este trabajo se consolida como una voz necesaria en estos tiempos tan contrastantes, quien alza su voz contra las injusticias sociales, a la par que muestra una faceta íntima y personal que tanto había recluido hacia ella misma. Libertad de expresión, libertad personal.


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#03 Robyn.  Honey.






       A pesar de que han transcurrido ya ocho años desde su último álbum de estudio, la trilogía denominada "Body Talk", lo cierto es que Robyn no ha estado tan ausente del todo: en 2014 lanzó un EP en conjunto con el dúo electrónico Röyksopp, seguido en 2015 por otro EP, en este caso junto a La Bagatelle Magique; sin embargo, este año ha sido su regreso oficial con su octavo material discográfico, titulado simplemente "Honey", para el cual ha contado con la producción de Joseph Mount y Klas Åhlund, entre otros.

     Una de las principales curiosidades de este material es que el orden de las canciones en el tracklist, es el orden en el que la sueca las grabó, por lo que no ha sido casualidad que "Missing U" haya sido la primera: un electro-pop con el clásico "sello Robyn", una melodía fantasticiosa que se mantiene perenne a pesar de que pareciera ser que llegará en un momento a ascender cuando termina abruptamente (¿soy el único que se imagina esta canción como el perfecto soundtrack de la película "Call Me By Your Name"?). "Because It's In The Music" es un exquisito corte de influencias disco setenteras en donde Robyn hace reminiscencias acerca de un ser querido al escuchar una canción que le hace recordar a esa persona; la transición existente entre los temas "Baby Forgive Me" con "Send To Robin Immediately" es digna de admirarse, conjugando el deseo, la ansiedad, el ser perdonado por alguien a la vez de querer ser sometida por esa persona, con sonidos tan delirantes que recuerdan al "Bedtime Story" de Madonna -la canción, no el disco, aclaro-. El track que titula el disco, es un exquisito corte en donde Robyn se entrega por completo a su media naranja, mientras que "Between The Lines" se inspira fuertemente en los sonidos dance de principios de los 90s y que también le sientan a la sueca; "Beach 2K20" nos evoca a una playa del futuro bajo sonidos de samba y bossa nova, y para cerrar con broche de oro, un "Ever Again" que demuestra la Robyn de hoy: una mujer que ha vivido una infinidad de altibajos que la han definido como persona, con una enorme madurez tanto musical como personal, que sin duda se extrañaba en la escena musical. Quizás "Honey" no sea tan radio friendly a diferencia de sus antecesores, pero qué grato es escuchar a una artista que no se deja influenciar por lo que está de moda o por las tendencias pasajeras. Insisto, Suecia es la mera capital mundial del pop.


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#02 Kali Uchis.  Isolation.






    Karly-Marina Loaiza (Julio 17, 1993; Pereira, Colombia), con un nombre artístico tan curioso como intrigante, Kali Uchis, pasó buena parte de su infancia dividida entre su país natal y Estados Unidos, y en sus épocas de estudiante aprendió a tocar el piano y el saxofón. En 2012 presentó su primer mixtape titulado "Drunken Babble" con notables influencias R&B y reggae, géneros que enriquecerían su carrera musical más adelante. Ganando notoriedad por su estilo único, Uchis comenzó a colaborar con artistas y productores de la tala de Snoop Dogg hasta Diplo pasando por Tyler, the Creator, y grabando temas junto a Gorillaz o su compatriota Juanes. En 2017 lanzó su primer single mainstream "Tyrant" de su anticipado álbum debut global, y además fue invitada como telonera de diversas fechas de la más reciente gira de conciertos de Lana Del Rey. Todo ello fue cimentando el camino a la colombiana-estadounidense, hasta que al fin nos ha presentado "Isolation", disco producido por la propia Uchis junto a un ejército liderado por Thundercat, Greg Kurstin y Kevin Parker, entre otros.

 
       Tan ecléctico como un caleidoscopio musical, Kali nos da la bienvenida con el intro "Body Language", un corte cautivante desde sus primeros acordes tropicales, en donde la artista empaca sus maletas y nos invita a viajar junto a ella; "Miami" juega con los rumores iniciales de que Uchis se ganaba la vida como prostituta y/o como traficante de drogas -ya saben, la fama de los colombianos-, con una joya de letra ("Why would I be Kim? I could be Kanye"). La "psicodelia R&B" es uno de los puntos más fuertes en Uchis, como lo demuestra en cortes como el anteriormente mencionado o en "Just A Stranger", y qué decir de "Feel Like A Fool" o ese "Flight 22", ambos cortes en donde Uchis pareciera haber sido poseída por el espíritu de la desaparecida Amy Winehouse. Las influencias sonoras de ese álbum de culto llamado "Erotica" de Madonna pueden notarse en "Your Teeth In My Neck" que bien podría ser una oda a Drácula, y por supuesto que no podía faltar ese exquisito "Tyrant" junto a la sensación británica Jorja Smith, con una de las letras más fantasticiosas del 2017, con referencias icónicas a "El Chapo" y Brigitte Bardot en una misma estrofa. "Dead To Me" es otro corte destacable, en parte por su doble significado, parte con dedicatoria a algún ex, parte con dedicatoria a sus detractores y haters de una manera tan brillante, mientras que "Nuestro Planeta" es el único corte completamente en español de este material, sin negar sus raíces latinas bajo un ritmo de reggateón; Damon Albarn hace acto de presencia en "In My Dreams", en donde Uchis se siente feliz solamente en sus sueños, dando continuidad en el interludio "Gotta Get Up". "Tomorrow", tema producido por Kevin Parker de Tame Impala, habla de seguir los sueños hasta lograr alcanzarlos, mientras que "After the Storm", esa magistral colaboración con Tyler, the Creator y Bootsy Collins, habla de mantener la fuerza y seguir adelante ante los obstáculos que a veces pone la vida. Y para culminar, un corte tan personal como "Killer" en donde la cantante confronta sus demonios internos de su juventud cuando su relación con su padre no era nada agradable.


      Tan sorprendente como la propia Kali Uchis, "Isolation" es uno de los debuts musicales más magistrales e inesperados de lo que va del año, con un caleidoscopio de estilos musicales que fusionan R&B, funk y sus influencias latinas, bajo una variedad de cortes en donde, por sobre todas las cosas, destaca la presencia y carisma de una cantautora que brilla con luz propia, dejando una prueba de que está lista para llegar hasta donde ella se lo proponga.


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#01 Kacey Musgraves.  Golden Hour.






    El cross-over del Country al Pop ha sido un elemento natural para la gran mayoría de las cantantes femeninas, siendo Dolly Parton la principal precursora de ello; décadas más tarde, artistas consagradas como Faith Hill o Shania Twain han dado ese meteórico salto que ha catapulsado sus carreras musicales, y qué decir de Taylor Swift y su arrasador suceso con "1989" hace un par de años. Así mismo, también han habido cantantes Pop que han decidido experimentar con el Country: algunas con resultados muy buenos (Madonna), otras con resultados mixtos (Lady Gaga, Miley Cyrus), y otras que se encuentran en esa etapa (Kylie Minogue). Kacey Musgraves (Agosto 21, 1988; Golden, Texas, Estados Unidos) se encuentra dentro de ese punto intermedio: no es la "típica cantante Country" puesto que previamente ha experimentado con diversos estilos sonoros para sus producciones "Same Trailer Different Park" (2013) y "Pageant Material" (2015). Tres años después, Musgraves hace el paso definitivo al Pop con "Golden Hour", su tercer álbum bajo una mayor compañía disquera, de la mano de MCA Nashville, y bajo la producción de Daniel Tashian y la propia Musgraves.


       "Golden Hour" inicia con "Slow Burn", un delicado corte Country que nos adentra a este material, siendo un tema de tintes personales a manera de "mini auto-biografía", seguida de "Lonely Weekend", un improbable himno al "Forever Alone" en donde Musgraves afirma que de vez en cuando es mejor estar a solas, mientras que "Butterflies" va con dedicatoria a su esposo Ruston Kelly, la cual escribió a la semana de haberlo conocido. Y si bien los primeros 3 cortes son más Country que nada, los sonidos "psicodélicos" como ella misma ha bautizado, comienzan desde los primeros segundos de "Oh, What A World" que bien podría haber sido un "featuring Daft Punk" por su inesperado vocoder; Kacey tampoco ha sido de negar que de vez en cuando se avienta "sus viajes" en LSD, como lo muestra en la corta pero emotiva "Mother", inspirada en una ocasión que recibió un mensaje de texto de su madre mientras estaba "de viaje", recordando cuándo la extrañaba, a la vez que su mamá extraña a su mamá que había fallecido hace unos años. "Space Cowboy", cuyo título pareciera ser alguna reminiscencia a cierto clásico de Jamiroquai, lo cierto es que en realidad habla del término de una relación amorosa, dándole un tiempo y espacio a esa persona -ya ven que las comas "," sí hacen la diferencia-, mientras que en "Velvet Elvis" hace un par de analogías interesantes sobre su amado, comparándolo con el "Rey del Rock". Y si de metáforas hablamos, en "Wonder Woman" se las lleva todas, en donde demuestra a su media naranja que la relación entre ellos no va a ser tan perfecta, ni que en ella va a encontrar a una heroína del estilo la Mujer Maravilla; otro track sorprendente es "High Horse", que no habla de un caballo drogado, sino de un hombre cuya arrogancia deja mucho qué desear, por lo que Musgraves lo pone en su lugar, bajo una exquisita e inesperada melodía Disco. El corte que le da nombre a este material es una preciosa balada Country movidona dedicada a su esposo, y cierra con broche de oro con otra hermosa balada, un "Rainbow" dedicado a la comunidad LGBTQ y a la lucha diaria que han vivido en estos tiempos.


        Sin duda "Golden Hour" es una de las primeras enormes gratas sorpresas discográficas de este 2018, mostrando el enorme talento de Kacey Musgraves como compositora, con un distintivo rango vocal que no distingue sonidos ni géneros musicales, mostrando todo un abanico de posibilidades sonoras, manteniendo frescura y su esencia.


Escucha "Golden Hour" a través de Spotify:


                                   





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