> 2018 in Music: Best Albums_
Y para cerrar con broche de oro este 2018 que concluye el día de hoy, he aquí mi elección de los diez mejores álbumes que denotaron la madurez lírica y musical, el ingenio en la composición, debuts con enormes expectativas, así como aquellos retornos musicales que dejaron una buena impresión.
#10 Nicki Minaj. Queen.
Cuatro años después de su último disco "The
Pinkprint", parecería que Onika Tanya Maraj se habría ausentado del medio
artístico, pero no fue así: entre una infinidad de colaboraciones para otros
artistas e incluso varios sencillos sueltos que predecían como adelanto de su
inminente próximo material discográfico, cosa que por infinidad de motivos no
logró de concretarse -sobre todo por el fracaso de dichos cortes promocionales-,
aunado al meteórico ascenso a la fama de su nueva rival, una tal Nicki Minaj
Región 4 Cardi B que ha conseguido
récords y primeros lugares en las listas de popularidad, cosa que Minaj aún no
ha logrado alcanzar. Quizás por ello, más aparte por la tensión de continuar en
la relevancia musical, Nicki finalmente ha lanzado su cuarto álbum de estudio,
titulado modestamente "Queen", dejando muy en claro que ella no viene
a jugar ni a que le muevan el ¿trono?
"Queen" da inicio de manera estupenda con "Ganja
Burns", un corte de sonidos tribales en donde Minaj se avienta un speech
de throwing shade indirectamente a sus enemigas -Cardi B y Remy Ma incluídas-,
con un par de líricas magistrales ("You can't war a Nicki wig and then be
Nicki / That's like a fat nigga thinkin' he can be Biggie").
"Majesty" cuenta con la colaboración de Labrinth -quien se ha dado
tiempo entre su proyecto alterno junto a Sia y Diplo-, pero el que se lleva de
barrida a ambos es Eminem, cuya parte rapeada deja en shock a más de uno desde
la primera escucha (rompe su récord de rapeo por segundo impuesto en su tema
"Rap God"). Sin duda alguna el corte que está dando muchísimo de qué
hablar es "Barbie Dreams", una verdadera cátedra rap de throwing
shade en donde varios de sus colegas, amigos y alguno que otro supuesto romance
quedan muy mal parados -aunque según ella dice que es en son de broma-, pero
que se disfruta y saca más de una carcajada; además de sus ya conocidas
colaboraciones con Lil Wayne ("Rich Sex") y su amiguísima Ariana
Grande ("Bed"), The Weeknd también se hace presente, esto en
"Thought I Knew You", en donde ambos se lamentan que su romance no
haya funcionado. A pesar de que infinidad de cortes previos como "Regret
In Your Tears", "No Frauds" o inclusive "Barbie
Tingz", "Chun-Li" fue de los pocos cortes sobrevivientes que
lograron quedarse en "Queen". El throwing shade predomina también en
cortes como el mencionado "Chun-Li", y en ese "LLC" que se
inspira en "Look What You Made Me Do" de Taylor Swift y con varias
indirectas bien directas hacia Cardi y Remy. "Come See About Me" saca
su lado más personal, confesándose que a pesar de la fama y el éxito, no ha
logrado encontrar al amor de su vida; otro de los cortes destacados es
"Coco Chanel", que, al igual que "Anna Wintour" de Azealia
Banks, a pesar de que su nombre es de una leyenda de la moda, nada tiene que
ver con ella, sino que es un corte de poderío que encabeza Minaj junto a Foxy
Brown, una de sus máximas influencias.
Sin duda
"Queen" es uno de los discos más coherentes de Nicki Minaj (aunque al
final haya tenido que recurrir al "Método Lady Gaga" para hacer
trampa y tratar conseguir un número uno en Billboard, incluyendo de último momento su
colaboración con 6ix9ine, "FEFE", pasando a amolar la coherencia),
mostrándose mucho más confiada y segura de sí misma que nunca, sin dejar títere
con cabeza y retando a sus predecesoras. Además, se merece puntos extras por
ese tremendo portadón.
Escucha "Queen (Explicit Deluxe Version)" a través de Spotify:
#09 Rita Ora. Phoenix.
La gran mayoría -si no es que todos- los artistas tienen el
enorme reto del segundo álbum de estudio, más si, como en el caso de Rita Ora,
conlleva años de espera y por diversos factores que en el mundo del pop es el
fin de una carrera musical: si bien ya tenía casi listo su segundo álbum de
estudio, co-escrito y producido por su ex pareja sentimental, el DJ y productor
Calvin Harris, su rompimiento amoroso ocasionó que Harris se quedara con las
maquetas musicales; por si fuera poco, terminó en un pleito legal con su ex
disquera Roc Nation por diferencias irreconciliables y por irregularidades en
su contrato. Todo ello condujo a que su disco no saliera a la luz, hasta que al
fin de haberse librado de sus asuntos legales, Ora firmó contrato discográfico
con Atlantic Records, y, literalmente resurgiendo como el Ave Fénix -de ahí el título
del disco-, este ha sido al fin el año en el que ha visto a la luz su segundo
álbum de estudio, "Phoenix".
Y no hay una
gran manera de aperturar este material que con "Anywhere", su mejor
canción hasta la fecha, pegada con aquel "Run Away With Me" de Carly
Rae Jepsen como dos de las mejores joyas que nos ha dejado la música pop para
la posteridad: un llamamiento a ese ser amado para escapar lejos de la
realidad, del bullicio y del caos para disfrutar una aventura lo más lejos
posible, y que gracias a la producción de Alesso nos ha dejado un magistral
beat drop en el post-coro. "Let You Love Me" que bien podría ser la
continuación de "Anywhere" con un sentido mucho más nostálgico de no
desapegarse de ese amor, y por supuesto no podía faltar "Lonely
Together", su magistral colaboración musical con el tristemente
desaparecido Avicii y en donde habla de una relación amorosa fallida y de la
cual no puede desapegarse; "Your Song", oficialmente su single de
regreso, co-escrita por Ed Sheeran quien le dio su toque de "Rey
Midas" para cimentar el exitoso camino a Ora, mientras que en "Only
Want You" Rita se desvive por un amor imposible. También hay cabida para
el tema "For You", su aporte sonoro de la banda sonora de "Fifty
Shades Freed" junto a Liam Payne y en donde la artista también brinda sus
dotes artísticos como actriz en esa "gloriosa" saga
cinematográfica... Además, también cuenta con una colaboración con Rudimental
titulada "Summer Love" acerca de un amor de verano como su título lo
indica, y si bien se podía haberse ahorrado la controversia alrededor de ese
"Girls" que ni con la participación de Bebe Rexha, Charli XCX y Cardi
B se salvó de ser quizás el único tropiezo en el regreso triunfal de Ora...
"Keep Talking" es una colaboración musical con Julia Michaels y
co-escrita junto a Justin Tranter y que más bien podría haber sido un descarte
de Selena Gomez, mientras que "Hell Of A Life", el corte que cierra
la edición estándar del disco, es un eufórico corte que reseña justamente todo
lo que ha vivido Rita Ora, los altibajos de la vida y el mantener la frente en
alto ante las adversidades, ya que siempre hay algo bueno al final del arco
iris. Vale la pena hacer mención honorífica de los temas de la edición deluxe:
"Velvet Rope" -que no confundir con el de Janet Jackson-, una balada
a piano que pareciera ir con dedicatoria a Calvin Harris, y en donde el
sarcasmo predomina bajo una lírica que refleja que "nadie sabe lo que
tiene hasta que lo pierde" básicamente, y un "Soul Survivor" que
es un épico corte a piano con una pizca de throwing shade directamente dirigido
a Roc Nation que es de lo más imperdible.
Parece increíble
pensar que tenían que pasar más de 6 años, un sonado y controvertido
rompimiento sentimental, y una controversial batalla legal para que finalmente
Rita Ora se encontrara a sí misma, dejando muy hasta atrás aquella sombra de
"Rihanna wannabe" que cargaba en sus hombros por tanto tiempo,
finalmente encontrando su sonido y brillando con luz propia, bajo un material que
pareciera más bien un "greatest hits" en lugar de un álbum de
estudio, cosa que no cualquiera logra conseguir con un atrasado lanzamiento
musical. En efecto, cosas buenas llegan para aquellos que esperan.
Escucha "Phoenix (Deluxe Version)" a través de Spotify:
Cuatro años después de su último disco "Sweet
Talker", donde lo único que consiguió ser un éxito global fue esa
colaboración musical con Ariana Grande y Nicki Minaj, Jessica Ellen Cornish se
desapareció de las listas de popularidad y de los reflectores, a pesar de que
es una de las mejores voces que esta década nos ha otorgado, y que sin embargo
todavía continuaba el dilema de su dirección artística. Más inquietante fue su
decisión de participar en un reality show chino como cualquier otro concursante
egresado de "The X Factor" o "The Voice" (aunque según se
dice que lo hizo para conquistar el mercado asiático, con eso de que 3/4 partes
de los habitantes de la Tierra son ellos meramente), coronándose como la
indiscutible ganadora -con ese rango vocal cómo no lo iba a hacer-. Fue por
ello que la promoción de su cuarto álbum de estudio "R.O.S.E." quedó
en stand-by hasta ahora, que al fin ha salido a la luz como un proyecto de 4
EPs derivados de dicho acrónimo: "Realisations",
"Obsessions", "Sex" y "Empowerment", conformados
por 4 tracks cada uno, siendo un total de 16 canciones co-escritas por la
propia artista y producido por DJ Camper.
Realisations.
"Oh
Lord" sirve a manera de introducción y en donde Jessie le pide a su dios
que le brinda fuerzas y le recuerde el don que se le ha dado que ha sido el de
cantar; en "Think About That" lidia con las traiciones y los
altibajos de la fama -su ex mánager no sale muy bien librado en este tema-,
mientras que en "Dopamine" es una queja ante las mentiras y el
encerrarnos en una burbuja de cristal con hashtags y el gossip world de las
celebrities cuando existen problemas reales en el mundo como las guerras o las
masacres en las escuelas. "Easy On Me", tema con el que cierra,
muestra las presiones de ser artista al punto de querer dejar la música, además
de ser un homenaje a su fallecido abuelo que falleció por problemas del
corazón, algo hereditario en su familia paterna. Sin duda este primer EP es el
que más sorprende por su enorme madurez y honestidad.
Obsessions.
"Real
Deal", el primer corte promocional que se dio a conocer en Agosto del año
pasado, hubiera quedado muy, pero muy lejos de este disco, en parte porque
continuaba lidiando con la crisis de identidad como artista de Jessie J, aunque
marcó su retorno a la música tras un par de años ausente. En "Petty"
Jessie saca su lado más shady hacia una amistad tóxica con otra mujer cuyo
nombre decide no dar a conocer (ansiamos por saber quién esa mujer), mientras
que en "Not My Ex" "le lee la cartilla" a un nuevo amorío
para que no cometa los mismos errores que su anterior pareja sentimental, y en
"Four Letter Word" expresa su deseo de ser madre y espera que, a
pesar de sus problemas de salud, en un futuro pueda convertirse en una.
Sex.
"Queen"
es un himno a la autoestima femenina y a romper los estándares de belleza,
mientras que en "One Night Lover" Jessie se encuentra en un dilema
dentro de una relación tóxica y enfermiza, y que a pesar de que siempre termina
siendo lastimada, no puede dejarlo. En "Dangerous" explora su lado
más sexoso bajo ritmos R&B ochenteros dignos del desaparecido Prince, y en
donde la cantante se desvive por su media naranja, mientras que el corte que
cierra este EP, ese exquisito "Play", en el cual samplea el clásico
"Got To Be Real" de Cheryl Lynn, Jessie quiere que haya una relación
de "más que amigos", aunque la otra persona pareciera dejarla en la
friendzone.
Empowerment.
"Glory" es un corte funk en donde Jessie expresa su amor hacia
su media naranja de la manera más eufórica posible, seguida de un interludio a
piano que abre paso a "Someone's Lady", un baladón a piano en donde
la artista ansía ser la mujer de alguien -anda ganosa, como quien dice-, y
cierra con "I Believe In Love", otro corte donde no pierde la esperanza
de encontrar el amor verdadero.
Sin duda
alguna "R.O.S.E." es finalmente el ábum más coherente y maduro de su
carrera, encontrando a una Jessie J finalmente en el estilo en el que mejor se
ha desenvuelto y ha encontrado la confianza en sí misma, abrigándose a sonidos
retro R&B que le asientan tan bien,
y ha pesar de que no volverá a tener el impacto musical como en sus inicios, al
menos la ubica en paz con ella misma, y disfrutando una total plenitud como
artista y como mujer.
Escucha "R.O.S.E." a través de Spotify:
#07 Charlie Puth. Voicenotes.
Tras haber lanzado uno de los discos más criticados en la
historia de Metacritic -"Nine Track Mind" y el debut de The
Chainsmokers tienen ese "prestigioso" honor-, el cantante, compositor
y además productor estadounidense Charlie Puth culpó a su compañía disquera de
presentar un material que según él no lo identificaba por completo. Por ello es
que decidió tomar por completo el proceso creativo, de composición y de
producción de su continuación discográfica, que le ha tomado una infinidad de
retrasos en su lanzamiento, y hasta de cambio de canciones, dando finalmente
como resultado "Voicenotes", su segundo álbum de estudio.
El álbum inicia
con "The Way I Am", un corte en donde Puth se confiesa de que a pesar
de la fama y la popularidad, todavía se muestra inseguro y a veces solamente
quisiera pasar desapercibido; y, en efecto, si Puth hubiera lanzado una canción
tan potente y pegadiza como "Attention" en su álbum debut lo
hubiéramos tomado mucho más en serio: no fue gracias a esta canción, una de las
mejores del año pasado, que finalmente pudimos comenzarlo a tomar muy en serio,
encaminándose por un muy buen camino más R&B de la tirada del primer Justin
Timberlake solista, bajo un corte en donde se siente tentado por una ex pareja
sentimental que quiere jugar con sus sentimientos una vez más. El desamor y las
infidelidades son las temáticas principales de este disco -para distanciarse
por completo de la melcocha de su debut-, como lo demuestra en otros cortes
como "LA Girls" donde a pesar de tener relaciones con otras chicas,
aún se lamenta por un ex amor, mientras que en "How Long" se disculpa
con su chica por una infidelidad suya; y por si no sorprendiera el cambio
musical para bien, Charlie también es muy ingenioso para crear una continuidad
entre cada track: "How Long" es continuación de la historia de
"Attention", y cierra la "trilogía de infidelidad" con ese
exquisito corte llamado "Done For Me", esa colaboración con Kehlani
de tintes ochenteros y fuertes influencias a WHAM!, en donde ambos ponen punto
final a su relación amorosa -al menos líricamente hablando-. Además de Kehlani,
el álbum cuenta también con las colaboraciones de la talla de Boyz II Men -el
baladón acapella "If You Leave Me Now"- con más influencias R&B
noventeras a más no poder, y una leyenda como James Taylor en
"Change", en donde ambos artistas piden la paz mundial al más puro
estilo Miss Universo. "BOY" pareciera ir con dedicatoria a Meghan
Trainor (se decía que ambos tenían un romance pero que al final la intérprete de
"All About That Bass" lo mandó a la friendzone), mientras que
"Slow It Down" muestra fuertes influencias al sonido de Hall &
Oates -no en vano Daryl Hall y John Oates tienen crédito en esta canción por el
sampleo a uno de sus clásicos-. "Somebody Told Me" muestra a Puth
lidiando con las infidelidades de su novia bajo un ritmo ochentero digno de
soundtrack de "Footlose" -si este disco hubiera salido en esa época
hubiera sido un éxito total-, mientras que en "Empty Cups" se enrolla
en un triángulo amoroso, y para cerrar con broche de oro, un baladón a piano
titulado "Through It All" que mantiene alguna que otra esencia a ese
debut -este es uno de los cortes que compuso cuando todavía promocionaba aquel
disco-, pero que sin embargo cierra de magistral manera este material.
En efecto, con
"Voicenotes" Charlie Puth ha logrado "quitarse la espinita"
de ese olvidable álbum debut, donde el cantante carecía de rumbo artístico y la
mayoría de sus canciones sonaban demasiado monótonas y repetitivas. Demasiados
retrasos en su lanzamiento valió la pena la espera, demostrando que a este
joven de 26 años cumplidos realmente lo podemos tomar muy en serio.
Escucha "Voicenotes" a través de Spotify:
#06 Troye Sivan. Bloom.
Tras el aclamo de la crítica y el buen recibimiento de su
álbum debut "Blue Neighbourhood" (2015), el cantante, compositor y
también actor australiano Troye Sivan finalmente ha dado a conocer su tan
anticipado segundo álbum de estudio titulado "Bloom", entre una espera
interminable con un par de atrasos en su lanzamiento; para este material, Sivan
ha contado con la producción encabezada por Alex Hope y Ariel Rechtshaid, entre
otros.
El álbum arranca
con "Seventeen", un corte tan confesional como el resto de sus
canciones, inspirado en sus citas vía Grindr en donde mentía sobre su edad para
poder "entrar al ligue" (como quien dice que le gustan mayores como a
Becky G); "My My My!", el primer sencillo, es un exquisito corte
synth-pop noventero con el poder del amor como motor principal, mientras que
"The Good Side" es una preciosísima balada que va aumentando al grado
de alcanzar un punto a medio despegar con ciertas reminiscencias a Daft Punk, y
en donde líricamente se disculpa con una ex pareja sentimental, que a pesar de
los motivos de su separación no le guarda rencor alguno. A pesar de que los
sonidos de "Bloom", el corte que da nombre al disco, suena a mera
fantasticidad synth-pop noventera, líricamente tiene un mensaje de doble
sentido -perder la virginidad anal, que le llaman-, mientras que
"Postcard" es una de las 2 únicas colaboraciones del álbum, e
inspirada por una anécdota con su pareja actual, dando como resultado otro
magistral baladón -este chico se ha desnudado en cuerpo y alma-, seguida de esa
exquisitez llamada "Dance To This", su colaboración con Ariana
Grande, que a pesar de que el título pareciera de un corte electro-pop, la
verdad es una fuerte influencia a los baladones de los Pet Shop Boys noventeros
que bien podría haber sonido en continua rotación en la extinta estación de
radio de StereoRey (sorry Millennials, por si no entienden la referencia).
"Plum" es un corte en donde Troye confiesa que no todo es miel sobre
hojuelas en una relación amorosa que va en decaída, mientras que en "What
A Heavenly Way To Die", cuyo título se inspira en un corte de The Smiths,
se decanta por un nuevo amor que el destino le ha puesto en su camino -que el
chico está completamente enamorado, vaya-. En esa fantasticidad pop llamada
"Lucky Strike", Troye compara a su amado con una conocida marca de
cigarros de tan adictivo que es su amor para él, y para cerrar con broche de
oro, una balada synth-pop ochentera magistral como "Animal", que
demuestra que Sivan está más enamorado que nunca.
Al igual que en
su antecesor, Troye Sivan deja en cuerpo y alma sus vivencias personales en un
brillante material de principio a fin, que supera con creces la difícil prueba
del segundo álbum de estudio. Quizá lo único que se le reprocha es la duración
del disco -no menos de 40 minutos-, aunque es más preferible que un material
lleno de canciones de relleno que no aportan absolutamente nada. Sin duda
alguna el Twenty Gay-Teen está "floreciendo" en todo su esplendor.
Escucha "Bloom" a través de Spotify:
#05 Hayley Kiyoko. Expectations.
Hayley Kiyoko Alcroft (Abril 3, 1991; Los Ángeles,
California, Estados Unidos), no es una del todo desconocida en el medio
artístico: ha aparecido desde un reboot cinematográfico de
"Scooby-Doo!" (2009), la adaptación fílmica de "Jem and the
Holograms" (2015), y hasta en la última franquicia de C.S.I., la ahora extinta
"C.S.I. Cyber", mientras que en la escena musical formó parte de una
banda llamada The Stunners en 2007 hasta su subsecuente separación. No en vano,
Kiyoko fue persuasiva y se lanzó en solitario con un par de EPs: "A Belle
to Remember" (2013), "This Side of Paradise" (2015) y
"Citrine" (2016), pero no fue un año antes que comenzó a ser viral el
video de uno de sus temas, "Girls Like Girls", con el que comenzó a
tener mayor notoriedad entre el público. Ahora, finalmente se ha dado luz verde
a su primer álbum de estudio, titulado "Expectations", el cual ha
contado con la producción ejecutiva de la propia Hayley, y con productores
desde 4e hasta The Futuristics.
"Expectations" inicia con una partitura que pone el ambiente
para comenzar la travesía junto a la artista; "Feelings", uno de los
primeros cortes promocionales, detalla la confidencia de Kiyoko con el paso de
los años, entrando en la onda del filtreo con un crush imposible, mientras que
"What I Need" es una colaboración con la sensación R&B llamada
Kehlani y que muestra a Kiyoko lidiando con su chica que tiene miedo de
mostrarse afectiva con ella en público -la temática principal del álbum es el
amor lésbico-. "Mercy / Gatekeeper" se divide en dos partes, la
primera siendo una sorpresa Disco, mientras que la segunda es un manifiesto de
la artista a vivir sin arrepentimiento alguno, bajo un par de vocoders de
auto-tune. La mayoría de las canciones que componen este material son vivencias
de la cantante, quien habla sin tapujos y abiertamente de su sexualidad, desde
el enamoramiento hasta los amores imposibles con una chica que anda con un
chico a la vez -"Curious", "He'll Never Love You (HNLY)"-,
hasta la obsesión de que la otra persona no pueda vivir sin ella -la
inquietante "Wanna Be Missed"-. "Palm Dreams" narra su
fantasticioso ascenso a la fama, y para cerrar el disco un "Let It
Be" -que no confundir con aquel tema de los Beatles-, una melancólica
canción acerca del término de una relación amorosa.
Sin duda alguna
"Expectations" cumple con las expectativas de una joven como Hayley
Kiyoko, quien con apenas 26 años cumplidos ya se ha convertido en todo un
estandarte de la juventud LGBTQ, en pare por la honestidad de sus letras y por
expresarse sin atadura alguna, algo que los jóvenes gays tanto necesitan ante
estos tiempos en los que tristemente la homofobia continúa tan presente como si
fueran las épocas del oscurantismo.
P.D. Puntos extras por tremendo portadón.
Escucha "Expectations" a través de Spotify:
#04 Janelle Monáe. Dirty Computer.
Con todo lo que se ha estado viviendo en la era Trump, era
de esperarse que diversos artistas alzaran su voz de manera directa o
indirectamente en temáticas como el racismo y la violencia a las personas de
color. Una de esas tantas voces ha sido Janelle Monáe, quien tras actuar en dos
magistrales de 2016, "Hidden Figures" y "Moonlight", ha
retomado su carrera musical y nos presenta, al más puro estilo
"BEYONCÉ", su proyecto audiovisual / tercer álbum de estudio titulado
"Dirty Computer", cuya primicia es que todos los seres humanos somos
unos androides, unos robots, con nuestros cerebros descargando y subiendo
información, siendo exentos a contraer virus positivos y negativos; así mismo,
es un grito de una mujer que quiere vivir libre, y amar a quien le plazca sin
prejuicios de los demás.
El álbum inicia
con el track que da nombre a este material, una introducción general al
concepto de "androides humanos" y que cuenta con la colaboración de
Brian Wilson. "Crazy, Classic, Life" es un testimonio de Monáe en
donde lo único que pide es vivir en un mundo en donde no se juzgue a las personas
por ser quienes son y por amar sin importar su sexualidad, mientras que
"Take A Byte" es un juego de palabras que conjuga la historia de Eva
mordiendo la manzana prohibida, con el "byte" de la era digital, bajo
una exquisita melodía de influencias rock-pop ochenteras. Uno de los tantos
momentos más sorprendentes de este disco lo encontramos en "Screwed",
con la colaboración nada menos que de Zoë Kravitz -sí, la hija de Lenny
Kravitz-, en donde a pesar de la pesadilla de la era Trump, lo negativo lo convierten
en un exquisito sarcasmo y lo "jodido" lo interpolan con referencias
sexuales, aunque al final de la canción, y al igual que en "I Got The
Juice", Monáe no se deja nada guardado contra el actual presidente de
Estados Unidos ("The devil met with Russia and they just made a
deal"). Otra sorpresa es en el corte rapeado "Django Jane", en
donde la artista expresa la declaración de los "monólogos de la
vagina" a la par que expresa sus frustraciones ante el machismo y la
opresidad hacia la mujer; y siguiendo con la oda al aparato reproductor
femenino, llega ese himno a éste llamado "PYNK" con la colaboración
de Grimes. Pero sin duda el legado de Prince se hace presente en ese glorioso
"Make Me Feel" -ella fue una de las últimas musas del artista-, un
corte con reminiscencias a aquel "Kiss" del desaparecido cantante, y
en donde una vez más Janelle se muestra más optimista que nunca ante ese nuevo
amor. Otra de las cartas fuertes de Monáe es el jugar con sus preferencias
sexuales, como lo muestra en "I Like That", abriéndose en amar a
alguien sin importar su sexo; por si fuera poco, cuenta con la colaboración de
Stevie Wonder en un interludio llamado "Stevie's Dream", inspirado en
las conversaciones entre ambos artistas, y para cerrar, un corte tan íntimo y
personal como "So Afraid", en donde Monáe lidia con sus propios
"virus" y defectos, y un "Americans" donde la lucha social
se mantiene firme ante la América de la era Trump.
Sin duda alguna
"Dirty Computer" es uno de los proyectos más sólidos y personales en
la carrera de Janelle Monáe, quien con este trabajo se consolida como una voz
necesaria en estos tiempos tan contrastantes, quien alza su voz contra las
injusticias sociales, a la par que muestra una faceta íntima y personal que
tanto había recluido hacia ella misma. Libertad de expresión, libertad
personal.
Escucha "Dirty Computer" a través de Spotify:
#03 Robyn. Honey.
A pesar de que han transcurrido ya ocho años desde su último
álbum de estudio, la trilogía denominada "Body Talk", lo cierto es
que Robyn no ha estado tan ausente del todo: en 2014 lanzó un EP en conjunto
con el dúo electrónico Röyksopp, seguido en 2015 por otro EP, en este caso
junto a La Bagatelle Magique; sin embargo, este año ha sido su regreso oficial
con su octavo material discográfico, titulado simplemente "Honey",
para el cual ha contado con la producción de Joseph Mount y Klas Åhlund, entre
otros.
Una de las
principales curiosidades de este material es que el orden de las canciones en
el tracklist, es el orden en el que la sueca las grabó, por lo que no ha sido
casualidad que "Missing U" haya sido la primera: un electro-pop con
el clásico "sello Robyn", una melodía fantasticiosa que se mantiene
perenne a pesar de que pareciera ser que llegará en un momento a ascender
cuando termina abruptamente (¿soy el único que se imagina esta canción como el
perfecto soundtrack de la película "Call Me By Your Name"?).
"Because It's In The Music" es un exquisito corte de influencias
disco setenteras en donde Robyn hace reminiscencias acerca de un ser querido al
escuchar una canción que le hace recordar a esa persona; la transición
existente entre los temas "Baby Forgive Me" con "Send To Robin
Immediately" es digna de admirarse, conjugando el deseo, la ansiedad, el
ser perdonado por alguien a la vez de querer ser sometida por esa persona, con
sonidos tan delirantes que recuerdan al "Bedtime Story" de Madonna
-la canción, no el disco, aclaro-. El track que titula el disco, es un
exquisito corte en donde Robyn se entrega por completo a su media naranja,
mientras que "Between The Lines" se inspira fuertemente en los
sonidos dance de principios de los 90s y que también le sientan a la sueca;
"Beach 2K20" nos evoca a una playa del futuro bajo sonidos de samba y
bossa nova, y para cerrar con broche de oro, un "Ever Again" que
demuestra la Robyn de hoy: una mujer que ha vivido una infinidad de altibajos
que la han definido como persona, con una enorme madurez tanto musical como
personal, que sin duda se extrañaba en la escena musical. Quizás
"Honey" no sea tan radio friendly a diferencia de sus antecesores,
pero qué grato es escuchar a una artista que no se deja influenciar por lo que
está de moda o por las tendencias pasajeras. Insisto, Suecia es la mera capital
mundial del pop.
Escucha "Honey" a través de Spotify:
#02 Kali Uchis. Isolation.
Karly-Marina Loaiza (Julio 17, 1993; Pereira, Colombia), con
un nombre artístico tan curioso como intrigante, Kali Uchis, pasó buena parte
de su infancia dividida entre su país natal y Estados Unidos, y en sus épocas
de estudiante aprendió a tocar el piano y el saxofón. En 2012 presentó su
primer mixtape titulado "Drunken Babble" con notables influencias
R&B y reggae, géneros que enriquecerían su carrera musical más adelante.
Ganando notoriedad por su estilo único, Uchis comenzó a colaborar con artistas
y productores de la tala de Snoop Dogg hasta Diplo pasando por Tyler, the
Creator, y grabando temas junto a Gorillaz o su compatriota Juanes. En 2017
lanzó su primer single mainstream "Tyrant" de su anticipado álbum
debut global, y además fue invitada como telonera de diversas fechas de la más
reciente gira de conciertos de Lana Del Rey. Todo ello fue cimentando el camino
a la colombiana-estadounidense, hasta que al fin nos ha presentado
"Isolation", disco producido por la propia Uchis junto a un ejército
liderado por Thundercat, Greg Kurstin y Kevin Parker, entre otros.
Tan ecléctico
como un caleidoscopio musical, Kali nos da la bienvenida con el intro
"Body Language", un corte cautivante desde sus primeros acordes
tropicales, en donde la artista empaca sus maletas y nos invita a viajar junto
a ella; "Miami" juega con los rumores iniciales de que Uchis se
ganaba la vida como prostituta y/o como traficante de drogas -ya saben, la fama
de los colombianos-, con una joya de letra ("Why would I be Kim? I could
be Kanye"). La "psicodelia R&B" es uno de los puntos más
fuertes en Uchis, como lo demuestra en cortes como el anteriormente mencionado
o en "Just A Stranger", y qué decir de "Feel Like A Fool" o
ese "Flight 22", ambos cortes en donde Uchis pareciera haber sido
poseída por el espíritu de la desaparecida Amy Winehouse. Las influencias
sonoras de ese álbum de culto llamado "Erotica" de Madonna pueden
notarse en "Your Teeth In My Neck" que bien podría ser una oda a
Drácula, y por supuesto que no podía faltar ese exquisito "Tyrant"
junto a la sensación británica Jorja Smith, con una de las letras más
fantasticiosas del 2017, con referencias icónicas a "El Chapo" y
Brigitte Bardot en una misma estrofa. "Dead To Me" es otro corte
destacable, en parte por su doble significado, parte con dedicatoria a algún
ex, parte con dedicatoria a sus detractores y haters de una manera tan brillante,
mientras que "Nuestro Planeta" es el único corte completamente en
español de este material, sin negar sus raíces latinas bajo un ritmo de
reggateón; Damon Albarn hace acto de presencia en "In My Dreams", en
donde Uchis se siente feliz solamente en sus sueños, dando continuidad en el
interludio "Gotta Get Up". "Tomorrow", tema producido por
Kevin Parker de Tame Impala, habla de seguir los sueños hasta lograr
alcanzarlos, mientras que "After the Storm", esa magistral
colaboración con Tyler, the Creator y Bootsy Collins, habla de mantener la
fuerza y seguir adelante ante los obstáculos que a veces pone la vida. Y para
culminar, un corte tan personal como "Killer" en donde la cantante
confronta sus demonios internos de su juventud cuando su relación con su padre
no era nada agradable.
Tan sorprendente
como la propia Kali Uchis, "Isolation" es uno de los debuts musicales
más magistrales e inesperados de lo que va del año, con un caleidoscopio de
estilos musicales que fusionan R&B, funk y sus influencias latinas, bajo una
variedad de cortes en donde, por sobre todas las cosas, destaca la presencia y
carisma de una cantautora que brilla con luz propia, dejando una prueba de que
está lista para llegar hasta donde ella se lo proponga.
Escucha "Isolation" a través de Spotify:
#01 Kacey Musgraves. Golden Hour.
El cross-over del Country al Pop ha sido un elemento natural
para la gran mayoría de las cantantes femeninas, siendo Dolly Parton la
principal precursora de ello; décadas más tarde, artistas consagradas como
Faith Hill o Shania Twain han dado ese meteórico salto que ha catapulsado sus
carreras musicales, y qué decir de Taylor Swift y su arrasador suceso con
"1989" hace un par de años. Así mismo, también han habido cantantes
Pop que han decidido experimentar con el Country: algunas con resultados muy
buenos (Madonna), otras con resultados mixtos (Lady Gaga, Miley Cyrus), y otras
que se encuentran en esa etapa (Kylie Minogue). Kacey Musgraves (Agosto 21,
1988; Golden, Texas, Estados Unidos) se encuentra dentro de ese punto
intermedio: no es la "típica cantante Country" puesto que previamente
ha experimentado con diversos estilos sonoros para sus producciones "Same
Trailer Different Park" (2013) y "Pageant Material" (2015). Tres
años después, Musgraves hace el paso definitivo al Pop con "Golden
Hour", su tercer álbum bajo una mayor compañía disquera, de la mano de MCA
Nashville, y bajo la producción de Daniel Tashian y la propia Musgraves.
"Golden Hour" inicia con "Slow Burn", un delicado corte
Country que nos adentra a este material, siendo un tema de tintes personales a
manera de "mini auto-biografía", seguida de "Lonely
Weekend", un improbable himno al "Forever Alone" en donde
Musgraves afirma que de vez en cuando es mejor estar a solas, mientras que
"Butterflies" va con dedicatoria a su esposo Ruston Kelly, la cual
escribió a la semana de haberlo conocido. Y si bien los primeros 3 cortes son
más Country que nada, los sonidos "psicodélicos" como ella misma ha
bautizado, comienzan desde los primeros segundos de "Oh, What A
World" que bien podría haber sido un "featuring Daft Punk" por
su inesperado vocoder; Kacey tampoco ha sido de negar que de vez en cuando se
avienta "sus viajes" en LSD, como lo muestra en la corta pero emotiva
"Mother", inspirada en una ocasión que recibió un mensaje de texto de
su madre mientras estaba "de viaje", recordando cuándo la extrañaba,
a la vez que su mamá extraña a su mamá que había fallecido hace unos años.
"Space Cowboy", cuyo título pareciera ser alguna reminiscencia a
cierto clásico de Jamiroquai, lo cierto es que en realidad habla del término de
una relación amorosa, dándole un tiempo y espacio a esa persona -ya ven que las
comas "," sí hacen la diferencia-, mientras que en "Velvet
Elvis" hace un par de analogías interesantes sobre su amado, comparándolo
con el "Rey del Rock". Y si de metáforas hablamos, en "Wonder
Woman" se las lleva todas, en donde demuestra a su media naranja que la
relación entre ellos no va a ser tan perfecta, ni que en ella va a encontrar a
una heroína del estilo la Mujer Maravilla; otro track sorprendente es
"High Horse", que no habla de un caballo drogado, sino de un hombre
cuya arrogancia deja mucho qué desear, por lo que Musgraves lo pone en su
lugar, bajo una exquisita e inesperada melodía Disco. El corte que le da nombre
a este material es una preciosa balada Country movidona dedicada a su esposo, y
cierra con broche de oro con otra hermosa balada, un "Rainbow"
dedicado a la comunidad LGBTQ y a la lucha diaria que han vivido en estos
tiempos.
Sin duda
"Golden Hour" es una de las primeras enormes gratas sorpresas
discográficas de este 2018, mostrando el enorme talento de Kacey Musgraves como
compositora, con un distintivo rango vocal que no distingue sonidos ni géneros
musicales, mostrando todo un abanico de posibilidades sonoras, manteniendo
frescura y su esencia.
Escucha "Golden Hour" a través de Spotify:
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