> Concert Review: Katy Perry - The Prismatic World Tour: Live in Mexico City_
Tres años después de haber llegado a nuestro país con
el “California Dreams Tour”, Katy Perry ha regresado para presentar su “Prismatic World Tour”,
el cual estuvo primero en Monterrey el pasado 15 de Octubre y anoche fue su primera de dos
fechas en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.
La telonera de las fechas
mexicanas fue la compatriota Becky G (¿por qué no haber traído a Icona Pop o inclusive a Tove Lo como en sus fechas europeas, por qué?), la nueva protegida de Sergio Andrade Dr. Luke quien a las 20:27 hrs. comenzó su set
de canciones, el cual no duró ni menos de 30 minutos, y siendo “Shower” la
única conocida por los asistentes.
Finalmente a las 21:16 hrs. se
apagaron las luces del escenario y se dio paso a un “ejército” de bailarines
con trajes de neón que causó la euforia del público, y de repente emergió del
centro un enorme triángulo, elemento predominante a lo largo del recinto y del
concierto (¿Illuminati maybe?), y como si fuera una flor de
loto, dicho triángulo se abrió para dar presencia a Katy Perry, causando un
gigantesco grito del público, en su mayoría pre-adolescente y una buena parte
de señoras y señores de Polanco, y si
bien uno pensaría que arrancaría su presentación con cualquiera de sus otros
temas de su más reciente material discográfico “PRISM”, comienza con el tema
más exitoso del mismo: “Roar” –uno pensaría que por lo mismo sería el tema de
cierre-, pero a lo largo del show uno se da cuenta del por qué dar inicio con
la canción más sonada en 2013, y nos deja con una conclusión: la cantautora
americana es toda una maquinaria de hits, y es que a lo largo de casi más de
dos horas se avienta un repertorio bastante amplio de éxitos desde su primer
disco –“One Of The Boys”, no aquel donde era cristiana-, “I Kissed A Girl” o
esa ingeniosísima versión Broadwayezca
de “Hot N Cold” que se lleva un enorme plus
por ese tributo al “Vogue” de Madonna, a quien por cierto, tanto a ella
como a Britney Spears ha analizado meticulosamente pero sin tener que caer en
el absurdo plagio como una que otra de sus compatriotas poperas fotocopiadoras –aunque
en el performance de “E.T.” sí se avienta un momento bastante P!nk. Lo que
también es aplaudible ha sido la renovación que le ha dado a temas como “Wide
Awake” con una versión mucho más electrónica que le da un giro radical a la
versión balada que todos conocemos, o su mash-up de los baladones “The One That
Got Away” y “Thinking Out You”.
Lo que sí es sorprendente de la
artista, además de que se aventó prácticamente todo su más reciente disco –lástima
que me quedó debiendo “Choose Your Battles”-, es su increíble carisma e
interacción con el público –inclusive hasta se dio tiempo de recibir durante
pleno performance cartas de sus fans y agarró uno de los celulares de los
afortunados del “Triangle Zone” para grabarse un video y de paso tomarse una selfie con el público-, y además dijo
sentir respeto por el legado de Frida Kahlo –recordemos que un día antes había
ido al museo de la pintora mexicana-, y diciendo que ella sería feliz viviendo
el resto de sus vidas en nuestro país, causando la euforia de la audiencia,
quien no dejaba de gritar y de corear todas sus canciones, destacando temas
como “Dark Horse” que mantiene el estilo egipcio de su videoclip, “Legendary
Lovers” o “Walking On Air” que confirman que es una verdadera injusticia que
todavía no hayan sido elegidas como futuros singles potenciales.
A diferencia del hecho
controversial de su compatriota Miley Cyrus, Perry al momento de recibir la
bandera mexicana de mano de uno de sus fans, decidió ondearla de manera
respetuosa, ganándose todavía más el cariño del público, quienes quedamos
completamente impactados por sus elementos teatrales y visuales a lo largo del
concierto (que por cierto, era básico tomar uno de los lentes estilo similar a
los de 3-D para disfrutar una mayor experiencia visual, cosa que muy pocos lo
percatamos). A las 23:03 hrs. y justo cuando pensábamos que cerraría el show
con “California Gurls”, y tras el grito unísono del público, la cantante
retorna con “Birthday” donde una afortunada tuvo la suerte de tener a Katy
sentada en sus piernas, y ya cuando pensaría uno que ya terminó su catálogo de
hits, termina –ahora sí- con ese “Firework” que al final termina dejando a uno
con ganas de más.
Seré honesto: no me llamaba la
atención el ir al tour anterior de Katy Perry, ni siquiera lo cutre de sus entretelones de su
documental “Part Of Me” terminó de convencerme, pero sin duda en este “Prismatic
Tour” la californiana deja muy en claro una cosa: Katy es una superestrella con
creces, y no en vano ha tenido una avalancha impresionante de éxitos digna de
una artista pop consagrada. Y para los detractores e incrédulos, la chava sí
canta y se defiende vocalmente –cuando uno pensaría que se aventaría uno que
otro gallo durante “Unconditionally” nos ha dejado callados con su versión
acústica-, teniendo una dominación del escenario y su entrega a la audiencia es
igual de plausible junto a su mayor inspiración e íntima, alguien llamada
Madonna. Y si se mantiene tal cual como va hasta ahora, podría llegar a ser la
verdadera heredera al trono. Sin duda una experiencia inolvidable (si son
incrédulos les invito a que asistan a la fecha de hoy, la cual aún tiene
boletos, y verán que cambian de opinión). No en vano ha sido elegida para el
show de Medio Tiempo del próximo Super Bowl en 2015; en conclusión se le
agradece con creces a Perry que le haga olvidar a uno sus problemas durante dos
entretenidas horas, y de paso se agradece que también haya habido sistema Metro
en la madrugada después del concierto.
Calificación: 4.5 / 5.
Comentarios