La importancia de ser Diana Vickers.
Aunque su nombre por este lado del continente suene completamente desconocido, en Europa es la chica "it" del momento... ¿Pero no será la hermana gemela perdida de Holly Valance?
Diana Vickers nació un 30 de Julio de 1991 en Blackburn, Lancashire (Inglaterra). Participó en la quinta temporada del exitoso reality show musical "The X-Factor", llamando la atención de propios y extraños por su muy particular voz inconvencional, e incluso Simon Cowell, gurú de la música, declaró que habría gente que la amará o la odiará. A pesar de ser una de las máximas favoritas para ganar, acabó en el cuarto lugar, coronándose Alexandra Burke en el 2008.
Como cualquier finalista de dicho reality, se pensaba que Vickers conseguiría un contrato con Syco Records, disquera de Cowell, pero sin embargo decidió firmar con RCA Records, una sabia decisión, puesto que los "robotizan" para convertirlos ya sea en una "sexosa forzada" como en el caso de Burke, o una "Global Songstress" como Leona Lewis. Diana no cae ni en una categoría ni en la otra: "Es simplemente el estilo Diana", declaró la propia artista.
Antes de apresurarse en lanzar su primer álbum, Vickers decidió tomársela con calma e incursionar en el teatro musical con "The Rise And Fall Of Little Voice" en Londres el 2009, recibiendo el aclamo de la crítica más especializada.
Con un título tan tentativo y seductor como "Songs From The Tainted Cherry Tree" (Canciones desde el Corrompido Árbol de Cerezas), Diana trabajó con talentazos de la talla de Nerina Pallot, Ellie Goulding, Guy Sigsworth y Starsmith, entre otros. El primer single, el tema titulado "Once", es una verdadera delicia: no es el típico primer sencillo de un ganador o finalista del "X-Factor", el típico cóver cursilón estilo "Hallelujah" o "When You Believe": es un aire fresco de pop estilizado, un tema que Holly Valance o Rachel Stevens hubieran matado por interpretar...
"Once" comienza con un sonido de intermitente, para abrir paso a un delicado piano, y cuando menos se lo espera uno... Una cachetada de guante blanco con tintes rock, y una letra tan exquisita y a la vez un tanto retorcida: "I'm only gonna let you kill me once..." (Voy a dejar que me mates una sola vez). Era de esperarse que debutara en el primer lugar de ventas en el Reino Unido, pero no tanto por el hecho de ser "una finalista más del X-Factor", sino por el hecho de ver el lanzamiento de una artista en ciernes como lo es Diana Vickers. Ojalá y reciba el mismo éxito y reconocimiento que ha recibido Leona Lewis a nivel mundial.
Sólo una pregunta en cuestión: ¿Acaso no será la hermana perdida de Holly Valance?
Diana Vickers nació un 30 de Julio de 1991 en Blackburn, Lancashire (Inglaterra). Participó en la quinta temporada del exitoso reality show musical "The X-Factor", llamando la atención de propios y extraños por su muy particular voz inconvencional, e incluso Simon Cowell, gurú de la música, declaró que habría gente que la amará o la odiará. A pesar de ser una de las máximas favoritas para ganar, acabó en el cuarto lugar, coronándose Alexandra Burke en el 2008.
Como cualquier finalista de dicho reality, se pensaba que Vickers conseguiría un contrato con Syco Records, disquera de Cowell, pero sin embargo decidió firmar con RCA Records, una sabia decisión, puesto que los "robotizan" para convertirlos ya sea en una "sexosa forzada" como en el caso de Burke, o una "Global Songstress" como Leona Lewis. Diana no cae ni en una categoría ni en la otra: "Es simplemente el estilo Diana", declaró la propia artista.
Antes de apresurarse en lanzar su primer álbum, Vickers decidió tomársela con calma e incursionar en el teatro musical con "The Rise And Fall Of Little Voice" en Londres el 2009, recibiendo el aclamo de la crítica más especializada.
Con un título tan tentativo y seductor como "Songs From The Tainted Cherry Tree" (Canciones desde el Corrompido Árbol de Cerezas), Diana trabajó con talentazos de la talla de Nerina Pallot, Ellie Goulding, Guy Sigsworth y Starsmith, entre otros. El primer single, el tema titulado "Once", es una verdadera delicia: no es el típico primer sencillo de un ganador o finalista del "X-Factor", el típico cóver cursilón estilo "Hallelujah" o "When You Believe": es un aire fresco de pop estilizado, un tema que Holly Valance o Rachel Stevens hubieran matado por interpretar...
"Once" comienza con un sonido de intermitente, para abrir paso a un delicado piano, y cuando menos se lo espera uno... Una cachetada de guante blanco con tintes rock, y una letra tan exquisita y a la vez un tanto retorcida: "I'm only gonna let you kill me once..." (Voy a dejar que me mates una sola vez). Era de esperarse que debutara en el primer lugar de ventas en el Reino Unido, pero no tanto por el hecho de ser "una finalista más del X-Factor", sino por el hecho de ver el lanzamiento de una artista en ciernes como lo es Diana Vickers. Ojalá y reciba el mismo éxito y reconocimiento que ha recibido Leona Lewis a nivel mundial.
Sólo una pregunta en cuestión: ¿Acaso no será la hermana perdida de Holly Valance?
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