> Concert Review: Madonna - Rebel Heart Tour Live @ Mexico City_



      No se es fan de Madonna si no se sabe con anticipación de que sus conciertos nunca van a comenzar a la hora programada, por lo que ya era de dominio público -al menos para algunos como yo- de que la primera de dos presentaciones de la Reina del Pop en tierras aztecas el pasado 06 y 07 de Enero comenzarían más tarde. Y así fue. Y es que de no haber sido por ese telonero que solamente en su casa y su familia lo conocen, la gente no hubiera estado tan harta y desesperada que terminaría abucheándolo a lo largo de su tedioso y horrendo setlist de ¡una hora! (inclusive hasta le perdoné a Paul Oakenfold, el telonero de cuando trajo el "MDNA World Tour", que casi pusiera un playlist de Spotify con remixes de temas del momento), ya que Lunice -así se hacía llamar- era el único que se "alucinaba" con sus propios remixes que seguramente uno hubiera disfrutado con una sobredosis digna de Lindsay Lohan y Amanda Bynes juntas, cosa que terminó de muy mala manera y con un público harto, esperaba que a Madonna la recibieran de manera no tan agradable después de ese mal sabor de boca dejado por ese pseudo-DJ.


     Afortunadamente para los primeros segundos en donde comienza a sonar "Wanna Be Startin' Somethin'" de Michael Jackson a manera de tributo al desaparecido Rey del Pop, el telón comienza a caer y se muestra el intro que incita a comenzar una revolución con Madonna, el público ya estaba al borde del éxtasis hasta que finalmente la reina desciende desde lo más alto del Palacio de los Deportes, enjaulada e interpretando "Iconic" (sinceramente no pensaba que este tema fuera una buena elección para aperturar el concierto, pero ese es el chiste de un tour de Madonna: hacer justicia a los temas que uno menos se imaginaría), haciendo gala una vez más de su energía y carisma en el escenario que ni parecieran de una artista femenina a sus 57 años. Y es que nadie como ella para atraer a las masas, seducirlas y hacerla rendir a sus pies, entregándose a su público como lo ha hecho en sus más de 3 décadas de trayectoria artística. 






     "Rebel Heart Tour" hace justicia a buena parte del repertorio de este último material, sobresaliendo de manera magistral cortes como "Holy Water", esa misma en donde hace un mash-up al icónico "Vogue" a la par que cuatro de sus bailarinas ataviadas de "monjas/stripper" realizan una cátedra de twerking y realizan un pole dance en postes con forma de crucifijos, y en un punto lleno de clímax Madonna se lanza a lo más alto de uno de los tubos para literalmente montar a una de sus bailarinas, dejándonos atónitos mientras gira una arriba de la otra, y para al final del primer acto se avienta una recreación de "La Última Cena" para terminar de darle el tiro de gracia a los puritanos y escandalizar nuevamente a la iglesia católica.





     Para quienes somos fans incondicionales de hace tiempo, da gusto escuchar canciones que hacía mucho no interpretaba en un concierto, como es el caso de "Burning Up" en versión rockera con todo y guitarra eléctrica en mano, "True Blue" que sólo aumenta los rumores de una reconciliación amorosa entre Madonna y Sean Penn, o las elecciones sorpresa de "Deeper And Deeper" o "Love Don't Live Here Anymore" que hacía siglos no escuchábamos y que sin duda fueron las más ovacionadas en el domo de cobre. Otro punto a favor de Madonna es que siempre encuentra maneras para interpretar de manera distinta algunos de los temas que ya ha interpretado con anterioridad, como es el caso de "Music" o "Candy Shop" con tintes muy de "The Girlie Show" -eso y de que una de sus bailarinas aparece en topless en buena parte del show-, o esa fantasía gitana que abarca "La Isla Bonita" o ese enorme medley "españolizado" comprendido por los temas "Dress You Up", "Into The Groove", "Everybody" y "Lucky Star", todo ello en menos de 5 minutos. 



   
  
   Previo al momento acústico en donde interpreta "Rebel Heart" y una petición del público -la cual en la primera fecha se trató de "Ghosttown", Madonna dio una pausa para agradecer el cariño y las muestras de apoyo de su público mexicano, a la par que no pudo contener las lágrimas al hablar de "los problemas personales" por los que ha estado pasando -la batalla legal por la custodia de Rocco, para ser más específicos-, dedicando el concierto a su ídola Frida Kahlo -ya en el segundo concierto los ánimos habían mejorado en la artista-. Y a pesar de que el repertorio de la segunda fecha fue prácticamente el mismo, Madonna se lució aventándose nada menos que "Like A Prayer" -creo que nunca había pegado un grito tan eufórico como en ese momento-, mientras pedía por la paz en México, las fronteras, el mundo y el universo entero. 



   

   Tras haberse saboreado al "Unapologetic Bitch" de la segunda noche, y con un público extasiado -hubo un momento en el que le cantamos a coro el "Cielito Lindo" mientras Madonna decía un "Gracias, México. Te amo" en un perfecto español, al final terminó elevándose por lo más alto del recinto tras el cierre con "Holiday" y luciendo la bandera mexicana a manera de agradecimiento, dejándonos con un gran sabor de boca y una enorme sonrisa de oreja a oreja. A la par que escribo estas líneas, ya llevo un costal de servilletas moquientas y con una infección gripal marca diablo, un recuerdo que me traje de tierras chilangas. Pero eso sí, lo bailado, lo cantado y lo disfrutado, ni quien me lo quite.


Calificación:  5 / 5.


P.D. Gracias a quienes hicieron de esta experiencia algo único. Ustedes saben quiénes son.







   

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